Descripción
A lo largo de los siglos, la Iglesia ha tomado conciencia de que María "llena de gracia" por Dios, había sido redimida desde su concepción. Es lo que confiesa el dogma de la Inmaculada Concepción, proclamado en 1854 por el Papa Pío IX.
La Virgen nos invita primeramente a ser puros, para que Jesús resida en nosotros y a consagrarnos al Corazón Inmaculado de María, que es lugar seguro para conocer a Jesús y ser llenos del Espíritu Santo; pues como manifestó el Santo Padre Juan Pablo II, en el año 2003: "Con la Inmaculada Concepción de María comenzó la gran obra de la Redención, que tuvo lugar con la Sangre Preciosa de Cristo. En Él toda persona está llamada a realizarse en plenitud hasta la perfección de la santidad".
Autor: Equipo Editorial
Tamaño: 10.5 cms x 14 cms
Páginas: 32
Editorial: Berakoth